Protagonista de la esperada bioserie sobre el creador de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, Pablo Cruz Guerrero celebra el fenómeno internacional que despertó la producción y comparte cómo vivió este desafiante papel. “Nos emociona ver cómo el público conecta con la serie. Se logró transmitir esa pasión que vivimos en el set”, asegura.
El actor en conversación con TVO cuenta que fue Isabel Cortázar, directora de casting, quien le acercó el proyecto a sus manos. “Tuvo la visión de vernos en nuestros personajes. Llegué a la última parte del proceso, pero me sumergí de lleno en lo que era Chespirito: su rigor, su disciplina y su arte para hacer reír”, señala.
Confiesa que la historia lo sorprendió: no solo por lo que leyó en los guiones o la autobiografía de Bolaños, sino por los matices del personaje público y privado. “Había contradicciones, dilemas… y eso no fue descartado. Pude admirarlo desde muchas aristas”, dice con honestidad.
Recordó que se sumergió en lo que era Chespirito: su familia, su respeto por el trabajo, su disciplina... y el arte de hacer reír por lo que “ese contraste me parece hermoso”.
Una química inmediata
Uno de los aspectos más celebrados de la serie es la química del elenco. Según Pablo, esa conexión fue real desde los primeros días. “Apenas nos conocíamos y ya estábamos todos riéndonos juntos en una sala. Se generó un clima de juego, de inteligencia colectiva y empatía. Eso no pasa en todas las producciones”, recuerda.
Resaltó que a la semana de conocerse ya estaban bromeando como si fueran una familia. “En una reunión de 30 personas, todos estábamos riendo. Esa energía se ve en pantalla”, contó.
Desde las primeras lecturas de guion, el grupo se sumergió en un proceso colaborativo con materiales inéditos, fotos y videos de archivo. Esa química espontánea es una de las claves del éxito de la serie.
Sobre lo que representa este papel en su carrera, es cauto pero claro: “Espero seguir cerca de mi familia, de mis amigos dentro y fuera de la industria, y que lo que me gusta hacer me permita seguir comiendo. Con eso estoy más que servido”, dice con sencillez.
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Detrás del telón
Actualmente se encuentra sin proyectos en puerta, disfrutando del impacto que generó la serie. “Estoy en modo espera. Esta experiencia me despertó muchas ganas de provocar risa, de reírnos de nosotros mismos”, afirma.
A pesar del impacto global de la bioserie, Pablo no quiere medir su carrera por este hito. Prefiere quedarse con lo esencial.
“Si puedo seguir haciendo lo que amo, estar con mi familia y vivir de esto… ya estoy agradecido. Hoy solo quiero provocar más risas, reírnos de nosotros mismos, como lo hacía él”, refirió.
Pablo confiesa que aún no conoce nuestro país, pero el entusiasmo de los fans paraguayos ya lo llegó. “Gracias, Paraguay. ¡Queremos ir! ¿Quién nos lleva a mí y a la vecindad, estamos abiertos a que nos lleven a todos para conocer su país y conectar con el público?”, sentenció.
