A través de una transmisión en vivo en distintas plataformas digitales que duró más de dos horas, la cantante brasileña Ivete Sangalo compartió con sus seguidores todos sus éxitos musicales y su buena onda para levantar el ánimo durante la pandemia.
La artista apareció en la sala de su casa, vestida con un pijamas rosado y con muchos juguetes alrededor simulando ser el público, pero con toda la energía que la caracteriza a la hora de ofrecer conciertos en los grandes escenarios. Los que la acompañaron fueron su hijo mayor, Marcelo, de diez años; y su esposo, Daniel Cady.
El pequeño se desempeñó en momentos como bailarín y en otras, como camarógrafo para captar a su madre desde todos los ángulos; Cady, por su parte, fungió de DJ atrás de la mesada, y ambos también fueron el público de la cantante.