La familia real neerlandesa posó con naturalidad ante las cámaras, luego del regreso a casa de las princesas después de finalizar sus estudios, regalando preciosas imágenes en una producción de fotos que ya forma parte del calendario estival del país.
Esta vez, el verano en la familia real holandesa comenzó algo más tarde de lo habitual, debido a una caída de caballo de la princesa Amalia hace unas semanas por la que tuvo que ser operada por una grave fractura en su brazo.
Actualmente, ya se la ve recuperada y junto a sus hermanas y padres ha protagonizado el tradicional posado veraniego de los royals holandeses con su perro Mambo. El escenario seleccionado es también un clásico, los jardines del palacio Huis ten Bosch de La Haya, la residencia de los reyes y su familia.
Fuente: Vanity Fair