El pasado sábado 22 de noviembre, en Voüdevil Venue, el grupo recorrió el disco de principio a fin y sumó al repertorio varios de sus clásicos. El show comenzó puntualmente a las 21:00 y funcionó como un viaje hacia un momento clave de su historia artística.
Alma en Peña fue producido artísticamente por Willy Chávez y Javier Zacher, grabado en 2015 por Rodolfo Brugada en los estudios Romaphonic de Buenos Aires, mezclado luego en Asunción y masterizado por Rolando Obregón en la capital argentina. Aquel proceso representó para la banda un salto cualitativo y emocional.
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“Esa fusión fue muy importante porque mi punto de vista y el de Willy tenían perspectivas diferentes; al juntarnos se creó algo nuevo”, recordó Zacher en conversación con TVO. Explicó que la experiencia en Buenos Aires, Argentina resultó determinante.
“Usamos equipamientos soñados, trabajamos en un estudio desconocido, y más tarde volvimos a Paraguay para terminar el material. Eso le dio una vuelta distinta, un color y una magia particular”, destacó.
La banda viajó especialmente para encerrarse a grabar el disco, un hito que marcó su primer gran desafío fuera del país. “Nos preparamos muchísimo. Nos compenetramos con cada canción y hasta hoy nos sorprende la reacción que generó ese material. Diez años después, cada tema sigue emocionándonos”, añadió.
El fenómeno de Solito y el reencuentro con las canciones
Dentro del álbum, Solito se convirtió en un fenómeno inesperado. Rompió récords radiales, cruzó fronteras estilísticas y consolidó a Salamandra como un fenómeno popular. En 2023, la Sociedad de Productores Fonográficos del Paraguay (SGP) otorgó al disco y a ese sencillo el Galardón de Oro.
“La canción fue creciendo paso a paso, pero entre diciembre y el verano siguiente al lanzamiento, nos dimos cuenta de que había tomado vida propia. Vimos cómo Solito se apoderaba de la banda misma y nos llevó a escenarios que nunca imaginamos”, relató Zacher.
Volver a interpretar el álbum completo en vivo implicó más que desempolvar viejos temas. Representó un ejercicio de memoria emocional.
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“Siempre recorremos repertorios de distintos discos, pero Alma en Peña tenía canciones que estaban guardadas hace tiempo. Revivirlas fue un desafío hermoso. Cada una tiene un secreto, una historia que vuelve cuando la interpretás. Ese es el combustible real de cada canción”, expresó.
Los ensayos previos al show estuvieron atravesados por la emoción. “Nos encontramos con sentimientos que no aparecían hacía años. Fue muy fuerte volver a esas melodías y a lo que significaron para nosotros en aquella etapa”.
Un legado que sigue creciendo
Alma en Peña había sido lanzado oficialmente el 4 de septiembre de 2015 con un concierto multitudinario en el club 24 de Mayo de Ypacaraí. Diez años después, la banda volvió a ponerlo en el centro de la conversación musical nacional, recordando por qué se convirtió en un disco fundamental.
Tras los festejos por su 25º aniversario y este reencuentro con uno de sus trabajos más emblemáticos, Salamandra cerró el año reafirmando su vigencia y su conexión con varias generaciones de seguidores y ya adelantó que, después de este repaso histórico, se prepara para una nueva etapa creativa.