26 abr. 2024

El manto de la Virgen de Caacupé está inspirado en la mujer paraguaya

La hermana Margarita es quien ayuda cada año a la hermana Anacleta a vestir la imagen de la Virgen de Caacupé. El impecable vestido blanco y el manto azul que lleva encima, están inspirados en la mujer paraguaya, a quien representa la Virgen de los Milagros.

Caacupe

El manto de la Virgen está inspirado en la mantilla que usaba antes la mujer paraguaya. El cabello que se le coloca es donación de los fieles.

Foto: Fernando Franceschelli

Adornar la imagen de la Virgen de Caacupé es todo un arte y la hermana Margarita Almeida Ovelar lo describe como un acto que inspira y conmueve hasta las lágrimas. Para ella, que ayuda en esta misión sagrada desde hace 10 años, es inexplicable lo que se siente al adornar a la Madre Santa.

“Mientras uno va vistiendo la imagen, va rezando porque eso es lo que inspira. Yo ayudo a la hermana Anacleta, que está hace 50 años ya en Caacupé. Anteriormente me encargaba de ayudar a la señora que le preparaba la peluca a la Virgen, cariñosamente le llamábamos Tuntún. Realmente siento una emoción tan grande porque la Virgen demuestra en todo momento esa gracia”, expresó a TVO.

Pero lo que mucha gente no sabe es que el ajuar de la Virgen lleva el símbolo de la mujer paraguaya. Según la hermana Margarita, la forma en la que se le coloca el manto está inspirado en la manera en que antes las paraguayas se cubrían con mantillas y doblaban el borde de su atuendo para poder caminar.

<p>Bajo el manto azul y el vestido blanco, la imagen tiene puestos varios miriñaques que dan forma a su atuendo. </p>

Bajo el manto azul y el vestido blanco, la imagen tiene puestos varios miriñaques que dan forma a su atuendo.

Foto: Fernando Franceschelli

“Lo que vemos es solo la capa y el vestido, pero debajo lleva muchos miriñaques que se van armando y formando. La capa tiene un sistema de colocar para que quede doblada, es típico de la mujer paraguaya que anteriormente usaba el vestido largo y transportaba sobre su cabeza el cántaro con agua. De repente nosotras nos vamos a otros lugares y vemos imágenes que tienen la capita caída, entonces les ayudamos a arreglarlo”, contó la religiosa.

El manto azul lleva bordados en hilos de oro y perlitas especiales. El cabello que cubre la cabeza es donación de los fieles. Se le cambia cada seis meses y las monjas están siempre abiertas a recibir el cabello de las mujeres que deciden dárselo a la Virgen. La regla es que debe ser cabello natural, no teñido, de un largor de 50 cm o más. El cabello se lava y se le forman los bucles con ruleros.

<p>La hermana Margarita Almeida Ovelar ayuda a vestir la imagen de la Virgen de Caacupé cada 8 de diciembre. </p>

La hermana Margarita Almeida Ovelar ayuda a vestir la imagen de la Virgen de Caacupé cada 8 de diciembre.

Foto: Fernando Franceschelli

La hermana Margarita se emociona al hablar del ritual de vestimenta y no contiene las lágrimas. “Ningún paraguayo puede decir ‘la Virgen no escuchó mis ruegos’. Si uno se fija en la imagen de la Virgen, tiene una actitud de escucha, está con las manos juntas y agachada, eso nos dice todo. Vale más que mil palabras contemplar la imagen de la Virgen y palparla, mucho más”, finaliza.