El atleta estadounidense Jesse Owens decía “Todos tenemos sueños. Pero para hacer los sueños realidad, se necesita una gran cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo”, y la frase se aplica como anillo al dedo a la vida del influencer Osmar Olmedo, quien junto a todos sus sueños en una maleta y desde su querido Caaguazú llegó a la capital para hacerlos realidad.
En busca de los sueños
Una nueva vida. Con 18 años, Osmar llegó a la capital del país para participar de un reality en un conocido canal de Villa Morra. Él tenía claro la meta: Ser un conocido actor profesional.
“Mis primeros pasos en los medios fue cuando entré en un reality que se llama Calle 7, hice mi casting, estuve dos años ahí, prácticamente ellos me descubrieron. Mi sueño es ser actor profesional, ser un actor así súper famoso, algún día yo sé que yo lo voy a lograr”, comentó a TVO.
Manifestó que le gusta mucho hacer videos y contenidos para las redes sociales. La idea de trabajar de lleno en todo esto llegó desde muy pequeño, cuando en el terruño de su hogar soñaba con ser imagen de marcas importantes y darse a conocer por su talento y carisma.
“Cuando estaba en el interior decía algún día yo voy a ser influencer, modelo y trabajar con las marcas y se me va a conocer y eso pasó. Y ahora estoy pensando más hacia arriba, porque siempre hay que querer crecer y mi sueño es ser actor, estar en el tema de la actuación y representar a mi país”, aseguró.
Su día a día inicia a las 07:00, su desayuno es sagrado ya que es el arranque de una apretada agenda que se divide entre las clases de baile, gimnasio, clases de actuación, clases de inglés, reuniones de trabajo, crear los contenidos para redes y ver cómo ayudar a las personas.
Por otro lado, en el 2022 fue escogido como uno de los más lindos del país, en la competencia los 100 rostros más bellos del Paraguay.
Las redes sociales
Osmar cuenta con más de 196 mil seguidores en Instagram, y en Tik Tok 55,2 mil seguidores donde sus videos se vuelven rápidamente virales y llegan a 1.5 millones de reproducciones.
Los más compartidos son los que realiza junto a sus sobrinitos en Caaguazú, quienes, entre actuación, buena onda y picardía dominan el guaraní dejando épicos contenidos para los internautas a nivel nacional e internacional.
“Cuando fui de visita a Caaguazú, mi mamá me dijo, con los niños lo que tenés que grabar, y ellos se reprendieron porque demasiado quieren hacer videos. Entonces yo les dije, y empezamos a hacer los videos, empezaron a hacerse re virales”, recordó.
Aseguró que lo que más llamó la atención de los internautas es el dominio del guaraní que tenían los niños y la forma tan buena de actuar que tenía.
“Más de un millón de vistas tenían los videos, que a todos les gustaron por cómo los niños empezaban a hablar en guaraní, cómo ellos dominaban el guaraní con esa tan corta edad que tenían. Eso les sorprendió a muchos además son unos excelentes actores, realmente”, agregó.
Asimismo, su madre, Patricia Benítez también forma parte de sus divertidos videos, secundando las ocurrencias de su hijo y disfrutando del proceso.
Refirió que su mayor apoyo y fortaleza es su familia, cuyos integrantes están al pie del cañón con él, sobre todo su madre, quien está sumamente orgullosa de lo que está logrando a su corta edad.
“Mi familia siempre me apoya, es más, mi mamá es la que más me apoya en todo. Desde el día uno ella sabe todo lo que yo pasé, porque ella fue la que me acompañó en mis momentos más difíciles, cuando era niño, cuando estaba enfermo. Entonces ella está demasiado feliz y orgullosa de mí. Haga lo que yo haga. Estamos en la lucha para poder crecer personalmente y crecer en todo”, comentó.
La solidaridad ante todo
Pero Osmar no solo hace contenidos para sacar una sonrisa a sus seguidores, también busca dar una mano amiga a quienes más lo necesitan y llevar un poderoso mensaje, utilizando el poder de las redes sociales.
El joven sale a las calles y se encarga de ayudar a las personas de escasos recursos. Los alimenta, los ayuda con ropa y con lo que está a su alcance. Recordó que una persona muy especial, que se encontraba en un albergue lo contactó por redes sociales luego de verlo en la tevé y ese fue el punta pie inicial para comenzar con algo que también tenía en sus planes desde que tenía seis años.
“La persona que me escribió era de Asoleu, el mismo albergue donde yo me quedaba cuando era pequeño. Yo tenía leucemia (cáncer en la sangre) y veníamos con mamá desde el interior y como no teníamos donde quedarnos ellos nos abrieron siempre las puertas y desde entonces que dije que cuando yo tenga la posibilidad de ayudar a los demás lo haría”, comentó emocionado.
Agregó que, una vez logró posicionarse con las marcas y en redes sociales y contar con los medios para poder cumplir con su apostolado, lo hizo sin pensar dos veces, porque sabe lo que es necesitar una mano amiga y lo bueno que es ser luz para la gente.
“En lo que yo pueda puedo brindar mi granito de arena dije entonces, yo puedo hacer eso porque yo en algún momento necesité y muchas personas me brindaron su ayuda y esa fue la iniciativa para empezar”, manifestó.
Actualmente, se fusionó a Los Barberos de López y a su propietario Carlos Travieso para hacer recorridos semanales y ayudar y albergar a personas en situación de riesgo en las calles de Asunción.
Uno de sus últimos videos tuvo gran repercusión ya que el hombre a quien ayudaron era buscado hace dos años por sus familiares y hoy, luego de la ayuda de la ciudadanía, el hombre se encuentra bien, en un lugar cedido por Travieso y cuenta con la ayuda de Olmedo y las personas que buen corazón que le hacen llegar sus donaciones.
“Con Carlos me siento súper bien, es una persona a quien yo conocí y desde el día uno me cayó súper bien, me sentí muy a gusto. Él tiene muy buena energía y es como que yo veía que a él también le gustaba ayudar a las personas, hacía también vídeos ayudando y haciendo un cambio de look, ayudando en lo que se pueda verdad, porque no somos tampoco millonarios, hacemos lo que podemos y eso es lo que importa”, agregó.
Recalcó que quieren llegar a muchas personas, ayudar sin mirar a quien y tocar el corazón de las personas para que ser buena gente se haga un hábito entre todos los paraguayos.
“Estoy muy contento ojalá que podamos hacer muchas cosas más lindas y lleguemos a muchas personas”, acotó.
Señaló que nunca esperó tener tanta repercusión entre los internautas, pero que está feliz de que muchas personas repliquen la solidaridad con la gente de escasos recursos.
Una dura lucha
Soltero, amante de la buena lectura, de tocar la guitarra y entrenar, es el menor de tres hijos y viene de una familia humilde y trabajadora del Departamento de Caaguazú.
A pesar de contar con una familia unida, su infancia fue muy dura. A los cinco años fue detectado como leucemia linfoblástica aguda (LLA), que es un tipo de cáncer en la sangre y la médula osea.
“No pude disfrutar de mi niñez, así como otros niños normales. No fui casi a la escuela porque el diagnóstico casi termina conmigo”, comentó el influencer en un emotivo video compartido en redes sociales.
Como ya había comentado a TVO, Osmar llegó a la capital para ser tratado. Tras varios años de lucha y ser autodidacta en la lectura, culminó sus estudios con buenas notas.
“A pesar de perder muchas oportunidades escolares, nunca dejé que eso me detuviera. Aprendí a leer por mi cuenta y me convertí en un buen estudiante, en todos esos momentos muy oscuros y difíciles siempre encontré una razón para poder seguir adelante”, aseguró.
La fe fue uno de sus pilares fundamentales durante los años difíciles y gracias a esos días aprendió grandes lecciones de vida que hasta hoy día lo acompañan.
“Agradezco a Dios por cada día y por la curación que experimenté en este camino. Mi experiencia me enseñó que cada día de nosotros es un regalo, una oportunidad para crecer, aprender y amar la vida que nosotros tenemos. Los invito a valorar cada momento y abracen la vida con gratitud y alegría”, sentenció.
Sin lugar a dudas, Osmar está transitando el camino correcto y desde la redacción de TVO le deseamos muchos éxitos y que siga siendo la mano amiga de los más carenciados.