La princesa de Gales regresó de sus vacaciones familiares en Grecia con un renovado look, marcando simbólicamente el inicio de una nueva etapa tras haber enfrentado uno de los momentos más duros de su vida: su diagnóstico de cáncer.
Tras el receso veraniego, los príncipes de Gales retomaron su agenda oficial con una visita al Museo de Historia Natural de Londres, donde todas las miradas se posaron en Kate Middleton y su sorprendente cambio de imagen.
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La princesa dejó atrás su tradicional tono castaño para apostar por un rubio dorado con reflejos cálidos, que aporta luminosidad a su rostro y suaviza sus facciones. Un estilo que, además de rejuvenecer, resalta su natural elegancia y transmite frescura en esta nueva etapa personal y pública.