Fotos: Fernando Franceschelli / Producción: Bethania Achón / Locación: Paseo de los Yuyos, Mercado 4
Cuando Aparicia Ramírez tenía 12 años, se despertaba a las 02:00 de la madrugada para acompañar a su abuela desde Limpio hasta el Mercado 4 de Asunción, a vender sus productos: remedios yuyos.
En aquel entonces, no había colectivos y dependían del tren, que llegaba en dos horas a la Plaza Uruguaya, desde donde caminaban con faroles encendidos. Los años pasaron; hoy Aparicia tiene 73 años, es mamá y abuela; pero hay una cosa que no cambió: el valor de su trabajo.
En una entrevista exclusiva para revista TVO por el Día del Tereré, la doña, una de las fundadoras del Paseo de los Yuyos, habló de sus inicios y también contó cómo ve la evolución del consumo de tereré.
¿Desde hace cuánto tiempo vendés yuyos en el mercado?
-Desde hace 62 años.
¿Cómo fueron tus inicios?
-Antes, esta zona parecía una carretera de la campaña. La calle Pettirossi se llamaba calle San Lorenzo. Había pocas casillas, apenas dos o tres. Con el tiempo, vino más gente. Antes no había colectivos, solamente tren, que salía de Luque. Llegaba a las 04:00 de la mañana en la Plaza Uruguaya. De ahí veníamos a pie, para vender las cosas. No había luz, solo lámparas con velas, faroles.
Yo soy de Limpio, venía con mi abuela, yo me crié con ella. Ahora tengo mi casa en Villa Hayes. Recuerdo que era chiquilina, a las 02:00 de la madrugada ya me despertaba y venía con mi abuela. En dos horas llegábamos. A la tarde, me iba de acá a la escuela en Limpio.
Después mi abuelo falleció y yo empecé a venir con mi mamá. Había una balsa que venía desde Villa Hayes, quedaba en Piquete cué y desde Piquete cué veníamos hasta acá en un micro “vai” (feo).
¿Cuántos años tenés ahora?
-Cumplí 73 años.
¿Desde qué edad estás por acá?
-Desde los 12 años.
¿Ahora con quién venís?
-Con mi nieta. Cuando yo tenía 19 años me casé con mi marido. Tengo 14 hijos, 60 nietos y 12 bisnietos. A todos ellos les eduqué gracias a esto, también me hice de casa en Villa Hayes. Muchos de ellos también venden remedios. Es una tradición familiar.
¿Cómo ves el consumo del tereré, se tomaba más antes o ahora?
-Ahora se toma más que antes, hay mucha gente. La gente llega acá y ya prepara luego su tereré, se toma muchísimo. El tereré es nuestro, “ñane mba’eteete” (verdaderamente nuestro). Los argentinos dicen que es de ellos, no es de Argentina, es de Paraguay.
Ñag̃uahẽ la ojohógape ha: ‘Eg̃uahẽke che ama, jaterere’, he’i (Cuando uno llega a una casa, el dueño te dice: ‘Llegá pues, vamos a tomar tereré’). Ese es el paraguayo, nosotros somos paraguayos.
¿Qué otra cosa cambió en cuanto al consumo del tereré?
-Ahora se toma más yuyos. Antes no había tampoco tantas yerbas, ahora hay muchas marcas.
¿Cuáles son los remedios yuyos que se le ponen al tereré?
-Y hay, por ejemplo, kapi’i kati, cedrón Paraguay, menta’i; eso lo que es rico para el tereré. Lo que más se lleva es kapi’i kati, menta’i y cedrón.
Y a vos, ¿cómo te gusta el tereré?
-Con remedio refrescante. Cedrón kapi’i, cedrón Paraguay y kapi’i kati. Esos tres tienen lindo gusto, son ricos en el tereré.
Ña Aparicia, ¿vos vas a seguir con este trabajo, no pensás dejarlo?
-No, no pienso. A veces mis hijos me dicen que ya no quieren que venga, pero yo estoy más contenta acá con mis amigas, porque tenemos muchos conocidos.
¿Nunca te tomás vacaciones?
-No. La vez pasada me interné durante ocho días y no daba gusto, ya extrañaba venir.
¿En qué horario estás en tu puesto?
Desde las tres de la madrugada hasta las seis de la tarde.
El último sábado de febrero se recuerda el Día del Tereré. La bebida paraguaya fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay, el año pasado. Aunque otros países adoptaron su consumo, se sabe que el brebaje es tradicional de nuestro país.
La décima edición de la Expo Tereré se desarrolla desde el pasado martes en la Plaza de la Democracia. La misma se extenderá hasta el domingo 1 de marzo y ofrece productos artesanales en variados rubros y, por supuesto, los referentes al tradicional tereré.