El pasado 31 de diciembre la paraguaya Gabriela Guillén dio a luz a su primer hijo con Bertín Osborne.
Cuando se hizo público que el famoso cantante y presentador español esperaba a su séptimo hijo junto a Guillén, con quien no se le reconocía una relación oficial, se inició una guerra de declaraciones que acabó con la antigua pareja distanciada y, según las últimas declaraciones de la nueva mamá, está preparada para afrontar la maternidad en solitario.
Blanco de críticas
El nacimiento de este bebé estuvo marcado por la polémica desde que se supo de su existencia. Una montaña rusa de emociones en la que Bertín y Gabriela no dejaron de cruzar acusaciones y comentarios sobre todo ello.
La paraguaya tuvo que salir al paso a los comentarios reprobables que surgieron a raíz de este embarazo. Valoraciones que apuntaban a que ella podría haber preparado esta situación como una trampa para cazar al cantante. Cansada de escuchar mentiras y especulaciones, en más de una ocasión, durante su embarazo, habló para rectificar informaciones.
Hace unas semanas corrió la información de que Osborne había pedido que se practicase una prueba de ADN una vez haya nacido el pequeño, a lo que Guillén respondió que Bertín no le había comunicado eso, y añadió que no tiene ninguna duda de que Bertín Osborne es el padre.
Suplica respeto
Tras varios días del nacimiento, Guillén rompió el silencio y habló con los medios de comunicación a la salida de su casa. Se esperaba que el testimonio de la compatriota sea contra el padre del bebé. Sin embargo arremetió contra la prensa que se encuentra apostada en las puertas de su vivienda en Madrid.
“No voy a admitir más, ¿vale? No podéis estar aquí 24 horas, que ni puedo salir al médico ni hacer nada. Yo lo siento muchísimo, he respetado, he sido supercordial con vosotros, y lo que no puedo permitir es esto, que es un acoso”, aseguraba Gabriela al salir de su casa, con la cara completamente tapada por una mascarilla y gafas de sol.
En la ocasión la compatriota confesó que toda esta situación le está pasando factura. “No me encuentro bien por todo lo que he pasado. Sé qué hacéis vuestro trabajo, pero ¡no puedo más!”, mencionó a la prensa.
Ante la insistencia de los periodistas, Gabriela se puso cada vez más nerviosa. “No lo puedo permitir. Os pido respeto. Yo sé que hacéis vuestro trabajo, pero ¡yo no puedo más!”, continuó diciendo.
Después de estas declaraciones y tras todas las emociones acumuladas, Gabriela se quebró y con la voz entrecortada suplicó que se acabe la polémica. “Esto se ha vuelto loco. Os lo pido por favor. Estoy fatal, de verdad. Solo quiero criar a mi hijo en paz. Os lo pido por favor”.