En los últimos años, las restauraciones dentarias o carillas dentales son las responsables de reformular la manera de conseguir la sonrisa perfecta, siendo una práctica frecuente en los consultorios más importantes del país.
Pero, ¿qué son las carillas dentales? La doctora Araceli Rojas, odontóloga, especialista en operatoria dental, con énfasis en estética y cosmética manifestó que las carillas dentales son unas finas láminas de cerámica o composite que se adhieren firmemente a la estructura dentaria para la restauración de defectos estéticos, los cuales alteran la sonrisa, ofreciendo de esta manera propiedades mecánicas, ópticas y biológicas, con estrecha semejanza a las características dentarias.
“Las mismas, cuentan con una amplia demanda por parte de los pacientes ya que cuenta con varias ventajas, entre ellas la eliminación del desgaste excesivo de las piezas dentales; lo cual supone realizar procedimientos actualmente más conservadores, sin dolor, y por supuesto con excelentes resultados estéticos, tanto para las carillas de resina como para las de cerámica”, agregó la profesional.
Manifestó que las carillas de resinas se indican cuando existen restauraciones mínimamente invasivas, especialmente en pacientes jóvenes, para pequeños cierres de espacios que separa dos dientes adyacentes, conocido como diastemas, algunas alteraciones de forma y color como también para finalizaciones ortodoncias.
“Realmente hoy en día ya que no existen indicaciones y contraindicaciones autoritarias y absolutas, y en esta parte me gustaría mucho resaltar lo que menciona Hirata R., un experto dentro de la odontología restauradora estética: ´Quien define la indicación es el propio profesional de acuerdo a cada situación clínica y en base a sus destrezas y conocimientos científicos´”, aseguró Rojas.
La odontóloga manifestó que en el caso de las cerámicas, deben ser considerados varios factores predeterminantes, entre ellos, alteración de posición y alineamiento dentario, la estructura dentaria remanente, malformaciones, alteraciones de color y la presencia de material restaurador en el caso de que existan lesiones cariosas múltiples.
“Todo esto influye en la evaluación minuciosa del caso y en el plan de tratamiento; siendo detalles que se deben analizar cuidadosamente para evitar dificultades durante el procedimiento, así como complicaciones postoperatorias, por lo que resulta sumamente importante y clave la primera consulta para una correcta evaluación y diagnóstico”, agregó.
La consulta odontológica
Para Rojas, la primera consulta de evaluación es fundamental para la realización de un adecuado planteamiento para concretar un protocolo clínico apropiado e individual para cada caso específico, visualizando también así mismo las expectativas del paciente.
“En esta primera consulta tenemos en cuenta la realización de pasos previos, como la toma de radiografías, fotografías y la toma de impresión para modelos de estudio, a partir de esto, obtenemos el encerado de diagnóstico para la posterior presentación del proyecto, en este caso lo que sería la nueva sonrisa, que es conocida con el nombre de Mock-up”, indicó.
Posterior a esta primera consulta, el paciente podrá tener una idea de cómo será la restauración final antes de iniciar el procedimiento y una vez obtenida su aprobación se inicia con el resto del protocolo clínico, lo que sería el tallado de las piezas dentarias, la impresión definitiva, provisorio y cementación”, indicó.
“Los laminados cerámicos son un procedimiento seguro, conservador y eficaz, con una tasa de supervivencia satisfactoria, con estudios de seguimiento clínico que indican una tasa de éxito de hasta el 94,4% a los 12 años”, refirió.
Recomendaciones y cuidados
Es de suma importancia entender que posterior al procedimiento hay algunas recomendaciones y cuidados que los pacientes deben tener para no maltratar las carillas.
Primeramente, el paciente portador de carillas, debe ser consciente de no desarrollar ningún tipo de hábito inadecuado, como el mordisqueo de bolígrafos, uñas o cualquier otro objeto, porque los hábitos parafuncionales desgastan los bordes incisales y ponen en riesgo la restauración.
“En los casos en que el paciente presente un hábito de apretamiento o rechinamiento dentario u otras parafunciones con sobrecarga, es de uso obligatorio una férula oclusal o desprogramador neuromuscular al menos en los periodos de sueño”, explicó.
Asimismo, manifestó que es necesario que el paciente reciba instrucciones precisas y motivación para que consiga un buen control de placa e higiene oral, para mantener en buen estado las carillas cerámicas.
“El éxito final de los tratamiento estéticos solo se alcanza cuando el paciente es educado y motivado. La contribución del paciente y el control periódico cada 6 meses y/o al menos una vez al año por parte del odontólogo es imprescindible para el éxito a largo plazo”, sentenció Rojas.