Laura Martino vive estos días de aislamiento a pura familia en el calor de su hogar, junto a su marido, Daniel Reynal, y sus hijos, Ian y Mía.
Al consultarle cómo está pasando esta Semana Santa, nos contó: “Antes de que pasara esto teníamos planeado ir a Villa Florida, a la casa de mis tíos. La idea era ir ahí a acampar en el patio. Ahora, obviamente, estamos en casa, haciendo exactamente lo que nos piden, utilizando mucha creatividad, yo creo que eso es lo único que nos queda. Así también, reinventar los espacios de la casa que nosotros antes no teníamos en cuenta, y ahora lo estamos haciendo, estamos creando espacios. La otra vez usé el balcón, hicimos una noche de fondue al aire libre, el poco pastito que tengo lo aprovechamos para hacer un día de campo, y jugamos con eso, nos sentamos a merendar ahí, tipo picnic. Después hacemos pijamadas, hay días que dormimos todos juntos o jugamos a las cartas hasta la madrugada”.
“Realmente, dentro de esta locura de lo que estamos haciendo en casa, creo que son momentos que nunca vamos a olvidar, y dentro de todo son hermosos. No sé qué va a pasar mañana, pasado, dentro de una semana, pero sí estamos como viviendo el día a día”, destacó la Martino.
Además, en estos días los chicos también desarrollan tareas escolares en la casa, y Mía e Ian no son la excepción. “Con el colegio venimos relativamente bien, nos resulta fácil, porque una cosa es la dinámica del colegio y otra cosa es estar trabajando desde casa”, expresó.
“Los primeros días se readaptaban, requerían; ahora como que se hacen los vagos, no quieren, tengo que estar todo el tiempo negociando con ellos para que estudien y hagan tareas. Y ahora los profes mandaron más trabajo por Semana Santa. Esa es la única cosa como que nos les gusta mucho, pero yo entiendo que forma parte de algo que no tenemos que abandonar, los hábitos de higiene, de bañarse, desayunar, estudiar, y después jugar y hacer las otras cosas, porque si todo el día estamos en libertinaje total, va a ser difícil después volver a la rutina del colegio al menos”, manifestó.
En esta cuarentena, Laura y los suyos tampoco descuidan el lado espiritual. “Al tener más tiempo familiar, la palabra de Dios acá en casa está más presente que nunca, escuchamos buenas músicas, ponemos alabanzas, cantamos entre todos, siempre damos gracias antes de comer, le agradecemos a Dios por tener comida, y pedimos que esta no le falte a ningún paraguayo”, señaló la exmodelo.
A esto agregó: “Bendecimos a las familias y al Paraguay, oramos por todo lo que está pasando, para que Dios cubra nuestro país; no solo Dani y yo, sino nuestros hijos también. Todos los días tenemos eso presente en nuestras oraciones, a la mañana, al mediodía, antes de ir a dormir, todas las veces que se pueda, nunca es mucho ese tema de tener comunicación con Dios y de pedirle su cobertura, sanidad y que esto pase pronto, que es lo que todos anhelamos, pero, obviamente, no está en nuestras manos”.
También quisimos saber qué menú preparará Laurita en estos días santos y nos relató sin vueltas: “Somos muy de comer chipa casera, mbeju, vamos a hacer en casa mucha comida nuestra en estos días, vamos a comer caserito. Nunca hicimos huevos de Pascua caseros, pero ahora vamos a asumir ese desafío”.
Y sobre cómo dividen las tareas del hogar en estos días de aislamiento total, la exmodelo expresó: “Acá nos dividimos las tareas entre todos, cocinar, limpiar, todos hacemos todo, no tenemos ayuda de otra persona que no sea de la familia. Entonces, si yo cocino, Mía lava los cubiertos, Ian barre y ordena las cosas, y Dani es el único que sale de la casa, es el encargado de las compras del supermercado y la farmacia. También estamos trabajando desde casa, yo sigo haciendo mis trabajos con las redes sociales, cosas virtuales con mis alumnos, y Dani también continúa con sus negocios, seguimos activando desde casa”.
Finalmente, Laura Martino nos dejó un lindo mensaje: “Esta Semana Santa para todos es un tiempo de reflexión, desde el día uno estamos reflexionando en familia, pero más intensivamente ahora con la Semana Santa, y debemos volvernos al amor de Jesús, tener paciencia, que nuestros hijos, que son los más sensibles, no nos vean a los padres con ansiedad ni con desesperación. Es importante que nos vean bien íntegros a nosotros, con sonrisas, aunque a veces no tengamos ganas, pero somos el pilar de ellos. Entonces, tenemos que estar bien y así, creo yo, también toda la sociedad, no entrar en ninguna desesperación. Esto va a pasar, pero tenemos que poner de nuestra parte, cada uno desde su lugar tiene que poner de su parte”.