Fotos: Fernando Franceschelli / Producción: Mathías Arce
En una tarde primaveral y con muy buena onda de por medio, charlamos en exclusiva con Humberto Rubin, quien nos recibió en su querida Radio Ñandutí. Coloridas anécdotas y algunos pasajes de su día a día formaron parte de la entrevista. ¡Mirá todo lo que nos contó!
Don Humberto, recordanos cuántos años llevás en los medios.
- Habré comenzado a los 13 años en Radio Teleco, trayendo resultados del basquetbol femenino. Después pasé a ser locutor ya en Radio Cáritas. Pero de eso hace tanto… Yo vine de Pilar cuando tenía 11 años.
¿Cómo hiciste para tener permiso de tu mamá, doña Lola, para trabajar tan jovencito?
- Le encantaba a mamá todo esto. ¡Cómo no le iba a gustar que su hijo apareciera por ahí! Doña Lola, un personaje era mamá…
Y así comenzaste en el mundo de la comunicación.
-Sí. Y uno nunca sabe cuándo termina esto, jamás, porque este oficio es maravilloso, tan espontáneo. Hacés macana, te equivocás, decís: “Nunca más”; ya ves. Pero es lindo, es lo mejor del mundo comunicar.
¿Cómo te sentís hoy al ver que tus hijos, e inclusive nietos, también están en los medios de comunicación?
- ¡Me encanta! Siempre les digo que no pierdan la credibilidad. Digan lo que digan, tienen que ser creíbles, aunque duela. Mamá decía: “La verdad se hizo de piedra para que duela, porque si la verdad fuera de pluma no le dolería a nadie”. Eso decía doña Lola, ¡qué linda frase!
Día a día
Actualmente, Rubin —además de llevar adelante sus espacios radiales— dirige una campaña para reforestar el país y cuida a sus animalitos, tanto a los que viven con él en su casa como a los patos que cría en el parque Ñu Guasu.
¿Cúal es tu rutina diaria?
- Tengo mis horas entre el teatro, la radio, mi oficina, mis árboles…
Y siempre vas al parque Ñu Guasu, ¿verdad?
- ¡Claro! Y después planto árboles, enorme cantidad de árboles. Me pone muy orgulloso eso, por la cantidad de paseos de árboles que hay por ahí, que estoy ayudando a hacer.
¿Un estimativo de cuántos árboles se plantaron en todos estos años?
- Yo calculo unos 100 millones en estos 10 años. Supongo que debe ser un poco más, porque no todo el mundo te cuenta. Se sigue plantando en escuelas, colegios, hasta le ponen nombres a los árboles. Es muy emocionante, yo le tengo mucho cariño a los árboles y hablo con ellos en Ñu Guasu; y me mira el que está atrás, y dirá: “Este loco...”.
¿Siempre vas al mediodía a caminar?
- Sí, entre las 11.00 y 11.15, los lunes, miércoles y viernes, y por ahí algún feriado. La gente ya sabe que no tiene que preguntarme nada, más que mirar los animales y punto. O si no, repito y repito lo mismo. Ya estoy viejo para esas cosas, ¿verdad? ¿O no? (risas).
De paso vas a visitar a los patos en el parque.
- Le doy de comer a los patos, desde luego que hay comida abundante. Comencé con cuatro patos en Ñu Guasu, y ahora no sé, son más de 100.
¿Vas solo o acompañado a caminar?
- Depende, generalmente voy acompañado; de alguna yiyi, ¿me decís? (risas).
En tu casa también tenés varios animales.
- Hay varios, guau guau (perros) y gatos, de todos los colores. Yo los admiro y los quiero muchísimo, hablo con ellos. También tengo aves. Yo los reconozco a cada uno de ellos y ellos creo que me conocen a mí.
¿Tienen nombres tus mascotas?
- No, no puedo, son demasiadas.
Y así terminamos la distendida entrevista con el jefe del clan Rubin, quien con mucha amabilidad también nos dejó un video contando una anécdota con un fiel oyente.