La reconocida atleta y comunicadora, Leryn Franco abrió su corazón como nunca antes y habló públicamente sobre uno de los temas más sensibles en su vida: la maternidad.
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“Yo no pensaba que tenía que enfocarme en formar una familia o tener hijos cuando era más joven. Quería entrenar, competir, capacitarme, hacer mis cosas. Siempre dije: ‘Me encantaría ser una mamá que se dedica a sus hijos, que pasa tiempo con ellos’”, expresó Leryn, quien postergó conscientemente la maternidad con la esperanza de ofrecerle a sus hijos una madre presente.
Además, contó que su deseo nació también de su propia experiencia: “A mí me costó pasar tiempo con mis padres porque ellos fueron papás muy jóvenes y tuvieron que trabajar mucho. No pude disfrutar de tiempo con ellos. Entonces yo hice lo contrario. Pero nadie me dijo que después de los 30, de los 34, de los 35, para una mujer es más difícil”.
Leryn señaló con firmeza que nadie habla lo suficiente de la fertilidad, mientras que el discurso dominante impulsa el empoderamiento femenino y la prioridad de las carreras profesionales. “Pero la verdad es que la mayoría de las mujeres, en algún momento, quiere ser mamá”, reflexionó.
Matrimonio y planificación
Se casó a los 36 años y todo seguía, según cuenta, “planificado y funcionando como cuando era nena”. Sin embargo, hoy, a sus 43, decide hablar por primera vez del tema: “No es tan fácil. No es que una tenga ganas de hacer un video todos los meses cuando sale negativo. No tenés ganas. Y no es como se ve en redes sociales. Compartimos cuando estamos bien, pero todos tenemos nuestras luchas”.
Debido a la repercusión de sus palabras, Leryn decidió abrir un espacio en Instagram donde escribe sobre lo que está atravesando junto a su esposo, Rodrigo Galeano:
“Tengo demasiado para hablar, para contar, pero sobre todo muchas ganas de informar y prevenir a otras mujeres que, como yo, por falta de información o por escuchar el mensaje equivocado, hoy están atravesando este proceso, el más difícil y doloroso de todos”, escribió.
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Su intención, además de informar, es crear una red de apoyo con otras mujeres:
“Quiero intercambiar información con esas que están en silencio, con vergüenza, que se sienten rotas, como todas nos sentimos en algún momento”.
También se disculpó por no haber hablado antes sobre el tema, pero reiteró que no es sencillo. “Jamás pensé que me tocaría hablar de nada parecido. Y sigue sin ser fácil, porque la fertilidad se trata de a dos. Después de tanto tiempo en la búsqueda, hay que respetar el tiempo de la pareja”.
Leryn reveló que junto a su esposo están en la búsqueda desde que se casaron. “Mi idea era ser una mamá más grande, para poder pasar más tiempo con mis hijos. Algo que no tuve con mis padres, a quienes amo profundamente y a quienes les debo todo lo que soy. Pero ellos trabajaban día y noche para darnos lo mejor, y eso me marcó”.
Vida organizada
Hasta los 31 años, tenía su vida totalmente organizada. Llevaba un estilo de vida saludable, hacía ejercicio, comía bien, promovía el deporte en los medios y redes.
“Todo era perfecto. Y yo pensaba que a los 36 formaría una familia y que a los 38, luego de ‘vivir el matrimonio’, buscaríamos un bebé. Como si fuera tan fácil como apretar un botón. ¿Por qué tenía esa mentalidad? Porque creía que llevar una vida saludable era suficiente. Pero no tenía la información que manejo hoy sobre fertilidad”.
Recordó que incluso planificaron volver de la luna de miel embarazados, luego de tres años de noviazgo. “Pasaban los meses y nada. Miles de estudios médicos y todos bien. Y luego los comentarios de la gente, y los consejos… No dudo que todos con buena intención, pero ninguno fácil de recibir”.
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La reconocida atleta, mencionó que escucharon de todo tipo de recomendaciones. “A algunos les funcionó, pero no fue nuestro caso. Hoy vemos todo eso como parte de un proceso. Seguimos abiertos a las oraciones y a todo lo que pueda sumar. Yo solo le pido a Dios su sabiduría para actuar, su gracia y su bendición. La fe sin obras está muerta, dice la palabra. Y dentro de lo que está a nuestro alcance, seguimos intentando. Hoy con mucha menos presión, entendiendo que todo forma parte de un plan. Pero como matrimonio pasamos por muchas etapas”.
Fe inquebrantable
Y con profunda emoción cerró su testimonio con una declaración llena de fe y amor:
“Antes de continuar, por las dudas, quiero que una cosa les quede clara y lo sepan de mi boca: el amor en nuestro matrimonio, la fe en nuestros futuros hijos y las ganas de seguir luchando solo pueden venir de Dios. No hay otra fuente. No hay nada que pueda hacer yo o Rodrigo con nuestras propias fuerzas después de todo lo que pasamos. ¡Él es el único que nos sostiene desde el primer día!”