14 may. 2025

Santi González y JJ Bernabé, una dupla nada convencional

Parecerían antagónicos: uno no pasa la barrera de los 30 y el otro ya está en su sexta década, pero la buena onda que tienen borra cualquier prejuicio. Hablamos de Santiago González y Juan Jesús Bernabé, quienes todas las mañanas hacen A primera hora, por el 13.

JJ y SantiA principios de este año, una dupla no muy convencional se adueñó de las mañanas de Canal 13. En ese momento, la diferencia de edad dio paso a la duda de algunos televidentes sobre la efectividad de la formación González-Bernabé, pero el tiempo se encargó de hacer su trabajo y a nueve meses del arranque se mantienen acompañando a su audiencia desde las 5.20.

“Siempre fui fanático de sus comentarios”

Santiago González empezó a dar sus primeros pasos en el periodismo a los 14 años y acaba de cumplir 29. Ya en su adolescencia tenía una columna deportiva semanal en Radio Cáritas. Al iniciar la entrevista, Santula confesó que se pasan el día gastándose bromas o se cargan por algo, como los pronósticos de fútbol que le hace a JJ, y lo bueno es que el contacto es permanente, no solo cuando se encuentran para hacer el programa. ¿Quién diría? 35 años de diferencia no son nada para esta amistad. santi ¿Cómo se da esa química entre JJ y vos? ¿Se conocían de antes?- Nunca trabajamos juntos. Lo conocía porque siempre fui un fanático de sus comentarios y me parecía una persona con una energía tremenda. Me lo imaginaba en una faceta que no era la estrictamente deportiva. De años veníamos hablando de la posibilidad de hacer algo juntos, hasta que se dio con la posibilidad de que él retornara a la televisión para hacer A primera hora. Se los ve distendidos ante cámaras.- La energía que hay es sensacional. Él llega más temprano al canal, y encontrarle ya a Jota con esa polenta, haciéndote chistes, realmente le da otro espíritu al programa. Disfrutamos de lo que hacemos y me parece que esa es la clave para transmitir buena onda a la gente que está del otro lado. La idea que tenemos, sinceramente, es que nuestra audiencia pueda recibir la información, pero en un tono absolutamente distendido en el transcurso de la mañana. Nos muestran otras facetas a las que no nos tenían acostumbrados. - Para mí hay una situación particular que se da. Por el lado de Jota, es verle más allá del deporte, en otra faceta. Y en mi caso, la gente tenía una imagen mía muy ligada a Algo anda mal (AAM), del tipo trajeado, serio todo el tiempo, enojado e increpando a todo el mundo. A primera hora me permite también demostrar que hay otro Santiago, un Santi distendido, joven, humano, que es capaz de reírse y de tirar un chiste. Los vemos bromeando al aire por las prendas que lucen, lo que comen… el público se divierte con ustedes antes de salir de casa.- Totalmente, lo que nosotros entendemos es que quien ve televisión en ese horario lo hace por un lapso, o a veces sencillamente escucha lo que se está diciendo, porque no tiene tiempo entre levantarse y salir de casa para ir al colegio o al trabajo. Entonces, lo que hacemos es pensar en qué nos gustaría escuchar o ver a nosotros en ese horario. Poniéndonos en ese papel, en ese rol, informamos rápido sobre lo que la audiencia tiene que saber y la acompañamos en esa preparación hasta salir de casa. Se trata de divertirnos, pasarla bien. ¿Sentís el cariño de la gente?- Sí, siento que la gente empezó a descubrir esa faceta diferente nuestra. Me comentan: “Nunca había visto a Jota en un rol como este”. Se da ese retorno. Me cuentan que escucharon tal o cual música en nuestros Jueves de TBT (Jueves de antaño), en los que Jota o nuestro musicalizador sacan, no sé de dónde, canciones tan pegadizas como Cara de sueño; Mi limón, mi limonero. Está bueno recibir el retorno en la calle, no solo sobre una discusión que hayas tenido con alguien en el programa del domingo o en la mesa deportiva, sino sobre algo que nos hizo reír a todos en común. _mg_3625

“Hay buena onda”

El histórico Juan Jesús Bernabé (64) nació en una radio, según cuenta, pues su papá era periodista y dueño de una emisora. “Mi viejo nunca quiso que hiciera radio, quería que fuera abogado. Estudié Derecho, carrera que no terminé, y cuando él falleció tuve que hacerme cargo de la radio. Tenía 22 años y ahí comenzó accidentalmente mi carrera. Pero siempre tuve el bichito del periodismo, había sido”, comenzó contando Jota. jj Santi y vos vienen de generaciones diferentes y se llevan de maravillas.- ¡Y es justamente eso! ¡Dos generaciones totalmente diferentes! Pero creo que con la mente abierta nos podemos llevar bien. Tengo buena onda con Santi desde que me entrevistaba telefónicamente, cuando estaba haciendo radio o televisión. Y cuando nos juntamos, la primera vez que hablamos, cuando él me propuso hacer el programa, inmediatamente me percaté de qué tipo de persona es Santiago. Es muy abierto, es un tipo que no solamente, por decir de alguna manera, se encierra dentro de su generación, sino que también está abierto a escuchar, comentar, bromear, y creo que yo también soy de la misma manera. Estás en la onda joven.- Tengo tres hijos con los que mantengo mucho contacto, y dos de ellos rondan la edad de Santi. Eso hace que también sintonice su onda y lleve eso al programa, donde en todo este tiempo creo que nos fue muy bien y nunca hubo un no ni un reproche. Santiago expresa lo que cree y yo hago lo mío, esa conjunción que también va en beneficio del televidente, así que podemos tener audiencia de distintas generaciones. Hablás de todos los temas.- Sí, porque Santiago me dijo: “No quiero que te quedes única y exclusivamente con el deporte”. Y le respondí: “Coincido contigo. En mi faceta de entrevistador voy a ser como un televidente, como un ciudadano común. Voy a preguntar cosas que la gente quiere saber, no voy a ir a las palabras rebuscadas”. “¡Por supuesto!”, me contestó Santi. Tengo mucha libertad para trabajar con él y eso hace que tengamos muy buena relación, algo que se refleja, traspasa la pantalla. Si esto camina bien es porque hay buena onda. Soy una persona que se retira cuando ya no hay buena onda en un lugar, inmediatamente me abro y trato de salir bien. Yo tenía 23 años de profesión en Canal 9 cuando sentí eso, y me fui. Se la pasan divirtiéndose al aire.- Para mí no hay nada más importante que la persona que tenga buen humor y se ría de sí misma. Y es lo que hacemos. Fui músico durante muchos años, tuve una orquesta, Santi siempre me pregunta cuándo vamos a cantar. Y yo le hincho por el pantalón chupín que se pone o los colores de sus prendas, o a veces por el corte de pelo. Siempre hay una broma, pero con buena onda. Pero también tienen momentos de seriedad.- Cuando la noticia o el reportaje lo amerita, lo hacemos con toda la seriedad del mundo. Pero cuando vamos a despertar a la gente, o vamos a vender un producto, lo hacemos bromeando, le buscamos la vuelta. Mirá que tengo muchos años en esto y encontré un equipo humano fabuloso, de gente muy buena. Entrás y sentís eso, por eso arrancamos con una sonrisa. No hay caras largas, los problemas se quedan en casa, cruzás el umbral del estudio y es todo alegría. Lo que recibimos lo trasmitimos. Hacemos un programa que no solamente nos compromete, sino que también nos divierte. ¿Sentís el reconocimiento de los televidentes?- Me impactó el tema, porque yo tengo muchos años en los medios y mido la repercusión del boca a boca de la gente. Para mí es un fenómeno que ahora vaya a la cancha y la gente me hable más del programa de la mañana que del partido de fútbol. El otro día le dije a Santiago: “¡A mí me está preocupando esto!”, porque cuando voy a la cancha para transmitir por la radio, la señora que vende el asadito, o el muchacho que vende la chipa, o el cafetero me dicen: “Che, esta mañana dijiste tal cosa”, “Saludame el lunes, mirá que te veo”. Hay un buen retorno.- Sí, eso me da la pauta de que tenemos una gran llegada a la gente, incluso de distintos estratos sociales, algo que me sorprende. Yo soy de un barrio muy populoso, y de clase media para abajo ven A primera hora, y después voy a un lugar de clase alta y también me dicen: “Te veo todas las mañanas”. Luz González / Fotos: Gustavo Segovia