Fotos: Dardo Ramírez / Producción: Arnaldo González Carmagnola
Manu Portillo (33) forma parte del staff de actores del programa TeleMbopi, emitido por Telefuturo. Es actor egresado de la Escuela de Arte Dramático de San Lorenzo y también comunicador. Desde el 2003 hasta la actualidad ha participado como actor-productor-guionista en diferentes producciones teatrales y en audiovisuales como actor y director de castings de filmes y comerciales. Además, en la pantalla chica participó en Telecomio (2011), y en cine actuó en las películas 7 Cajas, Felices los que lloran, Mangoré y otras. También formó parte de varios cortometrajes.
Con su característica sonrisa, Manu llegó a la redacción de TVO para que nuestros lectores lo conozcan un poco más. Posó con mucha soltura para nuestras cámaras y además respondió a todos nuestros requerimientos.
Manu, recordanos sobre tus inicios como actor.
- Bueno, en realidad en el mundo actoral me inicié muy pequeño, ya que mis padres siempre me incentivaron a hacer cosas fuera de la escuela, como estudiar guitarra, canto, baile, declamación o teatro. Tuve la oportunidad de ir a la Escuela de Arte Infantil María Elena Sachero de la Municipalidad de Asunción y ahí empezó este camino que elegí, pero que también me eligió y no me suelta más, que es actuar y amar el escenario.
Desde niño te gustó el arte, entonces.
- Sí, siempre recuerdo que le pedía a mis papás que me llevaran a a ver todo lo que tuviera que ver con el baile, el canto, la danza, la actuación, y me gustaba mucho dibujar también. Entonces, siempre estaba de acá para allá estudiando todo lo que tuviese que ver con lo que en realidad sé hacer, que es actuar, vivir de una manera teatral.
¿A quiénes considerás tus maestros?
- Tuve la oportunidad, y la sigo teniendo, al trabajar con muchos de ellos dentro y fuera de la escena. Pero mi primer amor, mi maestra adorada, a quien le debo todo lo que soy, es la gran actriz y leyenda viviente del teatro paraguayo Graciela Pastor, mi ejemplo. También considero como mis maestros a William Valverde, Miguel Gómez, Tana Schémbori, entre varios otros.
¡Actualmente estás en TeleMbopi!
- Formo parte del elenco de TeleMbopi Pyhare Show, que este año se vino super-recargado con el humor, ¡y lo más loco y hermoso es que es en vivo y en directo! Señor, señora, es una reivindicación del teleteatro, trabajar las situaciones humorísticas o jocosas en vivo, y del otro lado la gente, que tiene de esta manera la oportunidad de ver televisión con escenas y cuadros vivientes y la impronta misma de todo lo que ocurre en las mismas.
¿Quiénes te acompañan en TeleMbopi?
- Estamos bajo la atenta mirada de Hugo Robles —director de actores y guionista— y Rocío Rolón, los directores artísticos. La producción es de Cachete Molas y, por supuesto, con quienes me inicié en televisión y humor, con los únicos e inigualables Clara Franco y Gustavo Cabaña, mis padres en esto. También tengo la maravilla de contar con superactores y actrices como compañeros, muchos de ellos amigos, así como con Edi Romero y Kavy Dhalewin, quienes nos terminan de dibujar nuestros personajes en estilismo, pelucas y makeup.
Contanos qué personajes hacés en el programa nocturno de Telefuturo.
- En el formato de este TeleMbopi Pyhare Show hay varios sketch en los que todos hacemos de todo un poco con personajes variados y cargados de condimentos. En la gomería me toca realizar el papel de Chacho, un superado mecánico que en realidad vive tras la pollera de su esposa, la genial Leti Sosa. En la escuela me toca realizar un personaje roquero muy simpático que se llama Manolito, y como es mudo, trabajo mucho los ademanes y movimientos escénicos para que se haga entender el personaje. En un sketch de una familia muy particular me toca hacer el personaje de Estelita Heater, que es una señora criticona a quien no le gusta absolutamente nada, para no decir la vida misma. En el carrito de lomitos, junto al genial Gustavo Corvalán, me toca caracterizar un poquito al asistente que entiende a su manera y de otra forma lo que le quiere decir su patrón. Junto a la fantástica Silvia Flores en Soila Jueza del Pueblo, me toca ser un coconductor muy roba cámara. Entre estos y varios personajes vamos exponiendo un poco el humor y la idiosincrasia de los mismos.
¡Estuviste en varias obras teatrales en las últimas semanas!
- Así es, gracias a todas las energías del universo y la llama blanca del teatro pude realizar al inicio de este año dos puestas. Una fue Alucina, junto a Juan Carlos Moreno —un ejemplo de profesional— y mi querido Roberto Cardozo, con quien creamos este show para mostrar nuestro lado alucinante y alucinador; un show interactivo con el público en el que pudimos contar un poco sobre la vida del actor y la gestión que cada uno hace dentro del escenario y la profesión elegida. Y el fin de semana pasado estuvimos con Gordas, de Hugo Robles, y continuaremos con funciones este viernes 22, sábado 23 y domingo 24, en la Alianza Francesa, con esta obra en la que hablamos de la obesidad y la discriminación en general.
¿Creés que ahora hay más oportunidades para los actores en nuestro país?
- Yo creo que este es el momento de las artes en general, pero más todavía para los actores, porque ahora está demostrado que es una industria que da trabajo a mucha gente —no solo a los artistas, sino a mucha gente detrás—, haciendo el soporte para que se vea también el trabajo de todos; y la actuación, que cada vez más se está posicionando como una carrera que se puede elegir y que te elige también muchas veces. Hoy en día todos tenemos un caché cobrado y estipulado según el tiempo, la forma y los papeles realizados que hace más de 10 años no existía. Espero que todos los medios de comunicación y el público en general apoyen más el arte paraguayo y al artista paraguayo. Al actor y actriz nunca se los debe olvidar.
¿Qué otros proyectos tenés?
- Aparte de trabajar como actor también soy comunicador y director de casting. Hace varios años que vengo trabajando en prensa y este año voy a abrir un medio digital. También estoy trabajando con un amigo y compañero en una propuesta de agencia de casting, donde tendremos todos los perfiles requeridos para audiovisual y ficción, ya que otra de mis pasiones es dirigir, buscar, cazar perfiles para audiovisual, como el que me tocó realizar con Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia en la película Los buscadores.
Sos joven pero ya llevás varios años en el mundo de la actuación. ¿Hasta dónde querés llegar?
- Yo empecé mi primera obra profesional a los 17 años junto al querido maestro que me enseñó mucho, William Valverde. Ya son 16 años que vengo trabajando profesionalmente en todas las plataformas (teatro-cine-televisión-radio), sabiendo también que esto es un sube y baja: un día uno puede estar muy arriba y sentirse el rey del mundo y otras veces uno puede estar abajo y realizando otras cosas para sobrevivir. Pero entiendo que mientras yo sepa y me encuentre en el medio de esta gran rueda que gira y gira que es el destino, sabiendo quién soy a pesar de lo que haga o tenga todo, estará todo ok. Quiero llegar lo más lejos que pueda conmigo y con lo que quiero contar. Como te decía, a mí el teatro me eligió desde muy chico y yo lo elegí también, jamás me deja y quiero que mi trabajo pueda ser viralizado en todas partes, en donde alguien tenga el deseo de ver lo que cuento o denuncio. Porque más allá de mostrar una situación o personajes, detrás de eso estoy yo, que quiero transmitir algo. Llegar a ese público que elige verme, ahí es a donde cualquier artista —también es mi caso— quiere llegar.
¿Te gustaría que regresara la ficción nacional?
- ¡Me gustaría que regresara en todos los canales! Y también la radionovela, tan importante en otros tiempos. Creo que la ficción cuenta momentos, situaciones y realidades que pasan hoy en día y que la gente necesita ver o recordar o simplemente entretenerse y pasar el tiempo. Pero que vuelva significa mucho lugar de trabajo no solo para los actores y actrices, sino para un sinfín de profesionales ya muy formados y capacitados en nuestro país. Creo que a pesar de ser un país todavía en aprendizaje de lo que es hacer ficción, nuestra producción nacional —ya sean artistas, producción, arte, guiones, dirección, técnica, sonido, casting— no tiene nada que envidiar absolutamente a otras latitudes. Los paraguayos en el cine somos únicos, irrepetibles y muy auténticos.
¿Qué deseás para nuestro ámbito actoral?
- Me gustaría que el Gobierno tuviera mas visión sobre las políticas culturales y pudiera ver realmente todo lo que se está logrando y realizando. Yo, como socio activo del Centro Paraguayo del Teatro, veo siempre cómo las comisiones se han puesto en la lucha de reinvidicar la labor del actor y más aún la comisión actual representada por nuestros grandes actores Éver Enciso y Wilfrido Acosta, quienes pelean día a día por nosotros junto a varios compañeros. Quiero que el presidente actual, Marito (Abdo), vele por la profesión y la salud de los artistas, así como la difusión de los espectáculos y podamos tener la Ley de Teatro y el Instituto Nacional de Teatro. Quiero que el paraguayo se sienta orgulloso y se dé cuenta de la labor que realizamos el colectivo teatral y seamos visibilizados todos. Que cada uno desde su lugar apoye el talento paraguayo, vaya a las salas, que hay teatro de sobra para todos los gustos.
¿Un mensaje para los nuevos actores?
- A no olvidar que es una carrera en comunión, pero bastante solitaria también. A los nuevos talentos y estudiantes, quisiera decirles que más allá de mostrar un personaje o mostrarse como actores, la realidad vivida por el escenario está en personajes tan normales, tan comunes, que están a nuestra vista todos los días en la calle. Por eso es importante la comunicación del actor con todo el ambiente que rodea su país, ciudad, barrio. Y sostengo que también un actor nace, se hace o se estudia, y que uno es mejor artista cuando es mejor persona.