¡Esposíblena! Jessica Torres reveló que hace tres años y medio que no hace el “delicioso”.
Por su creencia religiosa la bailarina ha tomado la decisión de mantenerse casta hasta llegar al matrimonio, recordemos que hace poco se comprometió con Óscar Portillo.
“Yo hace tres años y medio que soy casta. No soy pues yo, es el espíritu santo el que ayuda, yo sola no voy a poder. Yo por ejemplo ni ganas tengo ahora, pero cuando me case re voy a hacer”, comentó entre risas en charla con Los caballeros de la mesa cuadrada.
La ex Baila Conmigo Paraguay y su novio pertenecen a la Iglesia Ministerio Ejército de Avivamiento del Reino de Dios del polémico pastor y exorcista virtual Diego Duarte.
“La gente piensa que es un lavado de cerebro, a mí gracias a Dios me lavaron el cerebro, me sacaron mis creencias erradas, mis malos hábitos, yo soy otra y es hermoso lo que soy hoy. Lo mismo le pasó a mi prometido, él quiere ser diferente”, señaló.
Nada de porno
Óscar había sorprendido al rollete al declarar que para estar con Jessica había renunció a los pecados de la carne y aguantaría hasta la boda para estar con ella en la intimidad.
“Dejé de tener sexo prematrimonial, dejé de masturbarme, dejé de ver porno, dejé de tener pensamientos impuros”, había declarado.
La influencer explicó qué tipo de sacrificios hace su pareja para que no le entren las ganas a través de los ojos.
“Lo que me había dicho él es que de varios grupos de WhatsApp salió porque envían porno. Gracias a Dios tenemos confianza, me contó que en uno de sus grupos le enviaron un video que abrió y dijo ‘no puedo ver’. Nos estamos santificando, no digo que seamos santos, pero buscamos hacer lo correcto por amor de Dios. Es una paz anormal”, explicó.
Se convirtió solo
Jessica contó que conoció a Óscar en la época del colegio, pero le dio bolilla recién al demostrarse muy devoto de Dios y al estar dispuesto a hacer sacrificios, como mantenerse casto hasta la boda.
“Dios siempre le usa a alguien para acercarse a una persona, fui un medio para Óscar, él hizo su camino solo. Éramos amigos, salíamos, pero no nos besábamos. Después yo me abrí de él, dejamos de hablar por un mes y medio, cuando le volví a ver ya estaba totalmente cambiado, ya convertido”, añadió.