“¿Tapabocas sí o no? Si estás sano, NO. Si estás enfermo, SÍ. ¿Por qué?”, empezó la explicación.
David Mussi expuso cuatro puntos a tener en cuenta para evitar el contagio. En el primero, señaló que el virus se transmite por “macrogotas”, que son las que viajan hasta uno a dos metros luego de una tos o un estornudo, para después quedar en una superficie. Por otro lado se encuentran las “microgotas” que a diferencia de las anteriormente mencionadas, son las que quedan suspendidas en el aire.
“Por eso, si el contacto es muy cercano y menor a un metro (personal de salud, familiares del enfermo o el mismo enfermo, conglomeración de personas, etc.) SÍ debe usarse. Por eso la medida preventiva de aislamiento social tomada por el gobierno a fin de evitar el contacto muy cercano con posibles personas infectadas”, prosiguió.
En el segundo punto explicó que las “macrogotas” se quedan en las superficies hasta una semana, lo que permite que la transmisión sea muy acelerada, por eso se debe utilizar el alcohol o lavandina para desinfectar la zona, y lavarse las manos con agua y jabón.
“El problema está en la superficie más que en el aire, por lo tanto: El mecanismo más importante de propagación no es la vía aérea, sino la de contacto”, señaló en el item número tres.
En el último punto explicó que son las personas enfermas y las citadas en su explicación quienes deben utilizar el tapabocas, para así poder evitar la propagación del virus.
“El tapabocas no es para prevenir que una persona sana lo contraiga, ya que el problema para contraer es el contacto con superficies más que la inhalación del aire a no ser que el contacto con el enfermo sea directo y cercano como lo mencioné en el punto uno”, finalizó.